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Oración por la Paz 

Señor Jesús, tú guías sabiamente
la historia de tu Iglesia y de las naciones,
escucha ahora nuestra súplica.
Nuestros idiomas se confunden
como antaño en la torre de Babel.
Somos hijos de un mismo Padre
que tú nos revelaste
y no sabemos ser hermanos,
y el odio siembra más miedo y más muerte.
Danos la paz que promete tu Evangelio,
aquella que el mundo no puede dar.
Enséñanos a construirla como fruto
de la Verdad y de la Justicia.
Escucha la imploración de María Madre
y envíanos tu Espíritu Santo,
para reconciliar en una gran familia
a los corazones y los pueblos.
Venga a nosotros el Reino del Amor,
y confírmanos en la certeza
de que tú estás con nosotros
hasta el fin de los tiempos.

Amén.

 

Autor: Padre Ignacio Larrañaga

¿Qué es orar?

“Señor, enséñanos a orar”, (Lc 11,1) le piden los discípulos a Jesús. Sin embargo ellos sabían mucho de oraciones. En su condición de judíos  tenían que recitarlas varias veces durante el día. Pero se dieron cuenta del maravilloso mundo de estar en compañía de Jesús, su cercana amistad, su natural inclinación por hacer el bien, su pasión por el Reino; entonces se aproximan a Él, para pedirle: “Enséñanos a orar”. Y Jesús les muestra su corazón, les enseña al Padre, les da su vida, su secreto, lo que llevaba de más entrañable dentro de sí.
“La oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo”, dice el Catecismo. “La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de Él”, señala San Agustín. Y santa Teresa, la santa contemplativa, dijo que “no es otra sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”.

Paginas para Orar:
Liturgia de las Horas
Oremus
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